Después de lo pompones llega la guirnalda de borlas de papel de seda
Perfectas para una fiesta, o para la decoración de una habitación. Fáciles de hacer y vistosas. Más no se le puede pedir a estas guirnaldas, así que vamos con un paso a paso.
Esta guirnalda podría
Necesitáis
- Papel seda de colores
- Washi tape
- cuerda
- un cutter o un cuchillo xacto
- Tabla de corte
- Regla metálica
- Puedes sustituir estas tres últimas cosas por unas simples tijeras.
Cortamos el papel de seda en un rectángulo y lo doblamos de tal forma que la superficie sea de más o menos de 35 por 25 cm.
Lo siguiente es ir cortando en líneas paralelas. Desde la doblez se dejan 3 centímetros y cortamos. Nosotros fuimos cortando más o menos cada medio centímetro pero eso depende de ti y de como te gusten las borlas.
Cuando ya tenemos todo el papel de seda cortado lo abrimos por la doblez y lo extendemos bien. Comenzamos ahora a enrollarlo tal y como ves en la foto.
Una vez enrollada, retorcemos todo un poco más para poder hacer un «aro» por el que engarzar la cuerda.
Cerramos el aro con washi tape y ya tenemos nuestra borla hecha.
Haces varias borlas en función de la longitud que necesites, pasas la cuerda y ya tienes tu guirnalda.
Idea: estamos llegando a carnaval y a lo mejor necesitas alguna idea. ¿qué te parece de animadora? con estas borlas y tendrás los pompones ya solo te falta la falda de tablas y un jersey con una letra gigante. Más fácil imposible.
Y si esta guirnalda de borlas de papel de seda no te gusta, la guirnalda más fácil del mundo, los banderines, o el papel picado.
3 Comments
Muy chula! La verdad es que así puedes hacerlo tú de los colores que quieras y no los que ya te vienen por defecto cuando lo compras hecho
me lo apunto para la Comunión.
[…] Si se avecina una fiesta de cumpleaños, puede ser muy entretenido preparar en casa nuestra propia decoración con nuestros colores favoritos. Esta guirnalda de borlas está hecha con papel de seda y resulta muy sencilla. El día del cumple todo el mundo preguntará cómo se hace. Una magnífica idea de Baballa. […]